23 de marzo de 2009

400-2

(400) Al principio es una tarea ardua, diría que incluso fatigosa. Después, con el constante entrenamiento (todas las horas del día, cada día, salvo las del sueño) los avances son fantásticos: cada vez se cumplen los años con más rapidez. Y, encima, la edad no es ningún obstáculo. Una bicoca, oiga.

Día 23, Marzo 2009

400-1

(400) Al principio es una tarea ardua, diría que incluso fatigosa. Después, con el constante entrenamiento (todas las horas del día, cada día, salvo las del sueño) los avances son fantásticos: cada vez se cumplen los años con más rapidez. Y, encima, la edad no es ningún obstáculo. Una bicoca, oiga.

Día 23, Marzo 2009

18 de marzo de 2009

395

(395) Más vale morir con honra que vivir con vilipendio.

Esta frase no habría sonado tan rimbombante si su autor se hubiera expresado así:

Más vale morir con un poco de honra que vivir con un poco de vilipendio.

Que, yo creo, es un poco lo mismo, ¿no?

Día 15, Marzo 2009

393

(393)

Se dice que el perro es el mejor amigo del hombre.

Colijo que esto quiere decir que cualquier perro es el mejor amigo de cualquier hombre, hoy, siempre y en cualquier lugar... Me pregunto ¿a qué demonios espera el gobierno para concederle la Gran Cruz al Mérito civil al pobre bicho?

Y, a continuación, a mí, por haber tenido esta idea, claro.

Día 13, Marzo 2009

12 de marzo de 2009

391

Yo soy uno de los tres mosqueteros y, si usted no me cree, ¡voto a tal¡ que estoy dispuesto a estamparle en la frente, con la punta de mi espada, una Z, mi firma.

Día 11, Marzo 2009

11 de marzo de 2009

389 bis

(389) Usted es un asesino.

El aludido, indignado, sacó una pistola, no se sabe de dónde, y le metió una bala en el entrecejo.

A la víctima, antes de morir, aún le dio tiempo de susurrar:

¿Lo ve?

Y en su desfigurada cara se podía apreciar, con alguna dificultad, así como un gesto de autocomplaciente vanidad.

Día 6, Marzo 2009

Textos de Juan Álvaro del Sur (mi padre).

10 de marzo de 2009

Pensamientos diarios: 389

(389) Mi infancia, como suele ocurrir, se cumplía más o menos feliz hasta que apareció por allí un tal Herodes Antipas. A partir de entonces, me trasladé al Limbo y aquí sigo esperando mis alas definitivas.

Bien es cierto que tampoco ha pasado demasiado tiempo, según me dicen.

Día 4, Marzo 2009

Textos de Juan Álvaro del Sur (mi padre).