20 de mayo de 2009

Movimiento

¿Cuántos siglos hacen falta

Para llegar a la rosa?

¿Qué desplazamientos

han tenido que hacer

los ancianos continentes?

¿Cuántas generaciones

De insectos se han extinguido?

¿Cuántos molinillos de viento

Se han arrojado al espacio?

¿Cuántas miradas furtivas?

¿Cuántas veces ha girado

El electrón sobre su núcleo?

¿Cuántas veces cruzó Marte

La noche de lado a lado?

¿Cuántas mañanas pasaron

Hasta llegar a crear

Un latido en tu pecho?

La levedad al posarse

En la tierra inmutable

De una hoja de otoño

Tan sólo el batir de alas

De una mariposa tenue;

El acamarse las mieses

Por una racha de lluvia

Sólo el tiempo invlertido

En marchitarse la rosa.

Los novios

Cuando hayamos alcanzado

Todos el conocimiento

Y los primeros rayos del sol toquen

el juguete dormido de un niño en el suelo

Y las ropas blancas hablen

Al aire de su quehacer

Sereno.

Y las trompetas proyecten

Sus metálicas fanfarrias

Y resuenen aún los cánticos

En las bóvedas de piedra

Y se abajen (hundan) impasibles

Los cristales levantados

Por la humana vanidad

Cuando ya nosotros, todos

Penetrados por las ondas

De radiofrecuencia oscura

Y las palabras nos hayan

De una vez ayudado.

Energía

Ponerse en mitad de un flujo

Caer lentamente en el trance

¿Es qué es acaso posible

La sinceridad sin alma?

Entre el olor y el calor

Se encuentra el color

¿Qué enorme cantidad

De comerciales habrá

Moviéndose por el mundo?

Yo mientras tanto aquí

En mi burbuja de sueño

Antes de que empecemos

La aventura de la nada

Feria

Polvo y luz eléctrica

Bombillas de colores

Balines y plomillos

Los cuerpos sudorosos

Se consumen con ímpetu.

El megáfono anuncia

Maravillas de saldo.

Los churros humeantes

Grasa sobre la arena

Vaivén, incandescencia

Ilusiones ilusorias

Fatigas, risas, hambre

Sexo sin sexo, desgana

Ascienden las barquillas

sin prisa hacia la noche.

Ángeles exterminadores

Vienen

de Los jardines de piedra

por entre vías de hierro

oxidado y pulido

desde el ocaso inflamado

entre los huecos del eco.

Atravesando las verjas

de tela de gallinero.

Destrozando soledades

La soledad desde dentro

Vienen los ángeles negros

Azules

El vidrio esmerilado

La piedra ojival florece

fruto de un siglo, de un ciento

atraviesan mis recuerdos

radiografía ambulante

Avanzan siempre en silencio

tronante, impertérrito

Sé que mi alma ha muerto.

Mientras

Mientras la primavera despliega sus olores

Los toreros esperan en sus casas oscuras

los semáforos hablan su lenguaje nocturno

Y preparan su ataque pequeños coleópteros

El amor se disputa en los bancos urbanos

Las quinceañeras se suben sus medias con puntilla

Las estrellas me rugen desde su lejanía

Y los neones recortan su luz contra el ocaso

En los taxis las radios

Las ruedas de los relojes digieren el tiempo

Los almendros alfombran rosas rojas marchitas

O el agua chorrea en estanques de piedra

Me acosa el sentimiento certero de tu ausencia

Mientras las nubes mueven las esferas concéntricas

Los neumáticos rompen el brillo de los charcos

Busca el musgo en los muros blancos los intersticios

Los canes entretejen sus correas de cuero

Y los transformadores aumentan la entropía

En una encrucijada los teléfonos hablan

Las lombrices horadan ciegamente el subsuelo

Mientras tú cumples treinta y cinco años y seis días

Mientras Stevie canta con su voz invidente

Rod se acuerda de Maggie y su edad verdadera

Y se subastan obras menores en silencio

Y mientras, las sirenas, poman llohan milim papa.